Pasaba gran parte de su tiempo diciendo "no" a cosas que le gustaría decir "sí", decidido/a a vivir sólo aquellas experiencias que supiera controlar como ciertos romances. Ahora estaba adelante de lo desconocido. Podía decir siempre "no", pero ¿ será que se pasaría el resto de su vida lamentándose , como todavía lo hacía con la imagen del chico que una vez le pidió un lápiz y que desapareció con su primer amor? Siempre podría decir "no", pero ¿por esta vez no podía ensayar un "sí"?
No hay comentarios:
Publicar un comentario